martes, 8 de julio de 2014

Digestión, respiración, respiración a nivel celular, circulación, excreción. Estructura y función.


Las fosas nasales se abren al exterior por los orificios nasales, que es lugar de entrada del aire, aunque también puede hacerlo por la boca. El aire que penetra por la nariz es humedecido, limpiado de impurezas y calentado. A continuación, tras atravesar la faringe, que es un tramo común con el aparato digestivo, el aire llega a la tráquea, cuya parte superior se denomina laringe, y en ella se localizan las cuerdas vocales.





Funcionamiento del aparato digestivo

Para alimentarnos necesitamos incorporar una serie de nutrientes a nuestro organismo.
En el aparato digestivo, los alimentos son transformados en sustancias más simples denominadas nutrientes, mediante el proceso denominado digestión.

Seguidamente describiremos el proceso digestivo, desde que los alimentos son introducidos en la boca hasta que son expulsados al exterior:

Mediante la ingestión el alimento es introducido en la boca, donde los dientes lo trituran y la saliva lo ablanda, iniciándose la digestión de los glúcidos (azúcares) y formando el llamado el bolo alimenticio. A continuación, la lengua lo empuja hacia el fondo de la boca produciéndose la deglución; es decir, el acto de tragar, por el que el bolo pasa a la faringe y de ahí al esófago hasta llegar al estómago.

En el estómago los alimentos se mezclan con los jugos gástricos segregados, comenzando la digestión de las proteínas. El alimento se convierte en el quimo, que es un líquido lechoso, que pasa al intestino delgado en pequeñas cantidades, durando el proceso varias horas.


En el intestino delgado se completa la digestión de los alimentos, mezclándose con los jugos pancreáticos, segregados por el páncreas, e intestinal, segregado por las paredes del propio intestino. Asimismo, la bilis, procedente del hígado, va a facilitar la emulsión de las grasas. A nivel de las vellosidades intestinales se realiza la absorción de los nutrientes resultantes de la digestión, los cuales atraviesan las paredes del intestino pasando a la sangre, que los transportará a todas las células del cuerpo.



El agua y los residuos no digeridos continúan su camino por el intestino grueso, donde el agua es absorbida, quedando los desechos casi sólidos, que forman las heces fecales, las cuales mediante la defecación son expulsadas al exterior por el ano. En el intestino grueso hay una gran cantidad de bacterias que, en general, son útiles a la digestión, constituyendo la fuente de algunas vitaminas y atacando sustancias no digeribles, como la celulosa.

¿Cómo mantener sano el aparato digestivo?

Para mantener sano el aparato digestivo es imprescindible llevar a cabo una alimentación equilibrada.
Las principales recomendaciones son: 
Comer despacio y masticar lentamente para que los alimentos pasen preparados para la digestión.
No abusar de salsas picantes ni ácidos ya que pueden dañar las paredes de los tubos digestivos.
No consumir sal en exceso pues ésta provoca la retención de líquidos.
Tomar alimentos con fibra y verduras, para facilitar el paso de los alimentos por el intestino.
Beber agua durante el día de forma abundante.
También es aconsejable mantener una higiene adecuada de los alimentos, pues el consumo de alimentos en mal estado es perjudicial para el organismo provocando infecciones, cólicos y otras dolencias. Por ello se deben lavar detenidamente aquellos alimentos que se tomen frescos, por ejemplo las frutas.

Otra precaución importante es comprobar que los alimentos que compramos envasados posean registro sanitario y fecha de caducidad.


Otra recomendación importante es lavarse las manos antes de comer, así como cepillarse los dientes después de cada comida.

El aparato respiratorio

Se encuentra protegido por las costillas y el esternón, que forman una especie de caja protectora, denominada caja torácica.

En los humanos, el aparato respiratorio está compuesto por las vías respiratorias, constituidas por las fosas nasales, la faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios, y los pulmones, que son unos órganos donde se lleva a cabo el intercambio.


La tráquea se bifurca en dos grandes ramas, los bronquios, los cuales a su vez, se subdividen en bronquiolos, que terminan en una especie de bolsas, llamadas alvéolos pulmonares.
 
Los pulmones son los órganos respiratorios, conformando una masa de aspecto esponjoso, constituida por el conjunto de bronquiolos y alvéolos pulmonares, cercados por capilares sanguíneos donde se produce el intercambio de gases.

Cada uno de los pulmones se encuentra rodeado por una fina doble membrana llamada pleura, que contiene el líquido pleural.




El aparato circulatorio

Su función es la de llevar a todas las células del cuerpo los nutrientes, el oxígeno y demás productos del proceso metabólico. También funciona como regulador de la temperatura corporal.
Existen diferentes formas de aparato circulatorio según el tipo de ser vivo. En el ser humano se encuentra formado por un sistema cerrado compuesto por el corazón, que es la válvula impulsora, y por los vasos sanguíneos, que pueden ser arterias, venas y capilares.

Aparato circulatorio: componentes

El corazón bombea constantemente la sangre impulsándola hacia las arterias, recorriendo el organismo y llegando a todas las células del cuerpo, para luego iniciar el camino de regreso, confluyendo en las venas, que llevan de nuevo la sangre al corazón. Analicemos someramente estos componentes.
El corazón está compuesto por cuatro cavidades, dos aurículas y dos ventrículos situados a derecha e izquierda.
La aurícula y el ventrículo del mismo lado se comunican entre sí mediante orificios provistos de válvulas auriculoventriculares, denominadas la derecha tricúspide, y la izquierda mitral. Las dos mitades del corazón no se comunican entre sí.
Los vasos sanguíneos constituyen el sistema de conductos por los que circula la sangre, clasificándose en:
Las arterias; son los vasos que salen del corazón, disminuyendo su diámetro a medida que se alejan de él.
Las venas; son los vasos que llegan al corazón, aumentando su diámetro a medida que se acercan a él.
Los capilares; son ramificaciones de las arterias que llegan a todos los órganos, denominándose arteriolas, para luego convertirse en vénulas que convergen y dan lugar a las venas.
El líquido circulatorio es la sangre, de color rojo y sabor salado, compuesta por el plasma, que es la parte líquida, con numerosas sustancias disueltas, y los elementos celulares, de tres categorías: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas.

El aparato excretor

La excreción no tiene lugar en un solo aparato, interviniendo en la misma, además de los riñones, el aparato respiratorio cuando en cada espiración elimina el dióxido de carbono y vapor de agua; el hígado, formando bilis en la vesícula biliar; las glándulas sudoríparas, que regulan la temperatura del cuerpo y la concentración de iones en la sangre.

Como sabemos, nuestro cuerpo se encuentra compuesto por agua en un 75% de su masa, siendo el medio en el que se desarrollan las reacciones del metabolismo celular. Sin embargo, el agua se elimina constantemente a través de la orina, aunque también se pierden cantidades importantes a través de la transpiración y el sudor, la respiración y la defecación. Por ello, es imprescindible mantener el equilibrio hídrico, recuperando esas pérdidas a través de la bebida prioritariamente o de los alimentos.

 fuente :
http://fp.educarex.es/fp/pruebas_acceso/2011/modulo_III/ciencias_de_la_naturaleza/3nat04.pdf

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