La reproducción humana es de tipo
sexual, ya que intervienen los dos
sexos: masculino y femenino. La
fecundación se lleva a cabo dentro del cuerpo
de la mujer. El pene del hombre penetra
a través de la vagina de la mujer, donde
deposita los espermatozoides. Estos se
trasladan hacia el útero, donde uno de ellos se unirá al óvulo produciéndose la fecundación.
La cigota comenzará a dividirse hasta
formar un conjunto de células mayor
llamado mórula. Poco a poco irá
adquiriendo forma humana y el embrión recibirá
el nombre de feto.
Transcurridas 40 semanas de embarazo, el
feto estará completamente desarrollado y
listo para salir al exterior. En ese
momento se produce el parto.
Reproducción humana
Aparentemente, la reproducción
humana es igual que en los animales. Sin embargo, ella no es instintiva, está
gobernada por los sentimientos, lo que implica el amor en la pareja, un acto
voluntario y una responsabilidad frente a la llegada de un hijo.
A continuación, analizaremos los
aparatos reproductores tanto del hombre como de la mujer, los cuales le
permiten tener la capacidad reproductiva.
Aparato reproductor femenino
Está formado por las siguientes
estructuras:
Ovarios: son dos órganos a los
que también se les llama gónadas. Son pequeños, tienen el tamaño y, más o
menos, la forma de una almendra. Están ubicados en la parte baja de la cavidad
abdominal. Sus dos funciones fundamentales son:
- Producir y guardar óvulos;
éstos quedan almacenados hasta la pubertad.
- Producir hormonas: el ovario
produce dos hormonas, el estrógeno y la progesterona. El estrógeno es la hormona
sexual femenina, encargada de desarrollar en la mujer los caracteres sexuales
secundarios, y preparar las paredes del útero durante cada ciclo menstrual.
La progesterona también participa
en esta última tarea.
Trompas de Falopio: también
denominadas oviductos. Son dos. En estas estructuras ocurre un fenómeno
biológico fundamental para la vida: la fecundación. Por ellas viajan los
espermios para encontrarse con el óvulo, ya que éste, al salir del ovario
(ovulación), es captado por las trompas y se queda en este lugar por unas
horas.
Utero: es un órgano hueco,
muscular, que se conecta con las trompas y con la vagina. La cavidad interna
del útero está revestida o tapizada por una mucosa llamada endometrio, el cual
se prepara mes a mes para recibir al óvulo fecundado. Si no es así, ésta
preparación se desprende y se produce la menstruación. El útero tiene como
función recibir y albergar al óvulo fecundado.
Vagina: es un canal o tubo
muscular que se extiende desde el cuello del útero hasta los genitales externos
o vulva. Sus funciones son: recibir el órgano masculino o pene para depositar
el semen; permitir la salida de la menstruación; eliminar los óvulos no
fecundados; y ser el conducto de salida de la guagua durante el parto normal.
Genitales externos: corresponden
a un conjunto de estructuras que cubren el orificio uretral, por donde sale la
orina, el orificio vaginal y el clítoris.
Aparato reproductor masculino
Está formado por:
Testículos: son dos gónadas u
órganos, ubicados fuera de la cavidad abdominal, en una bolsa llamada escroto,
de piel. En su interior, existen unos túbulos llamados seminíferos donde se
producen los espermios. Los testículos están fuera de la cavidad abdominal, ya
que los espermios, que ellos fabrican, deben producirse a una temperatura menor
que la corporal para llegar a ser fértiles. Su otra función es producir la
testosterona, la hormona sexual masculina responsable de desarrollar y mantener
los caracteres sexuales secundarios en el hombre. Los testículos comienzan a
funcionar alrededor de los 12 a 14 años.
Epidídimo: es un tubo en forma de
espiral, que se ubica fuera del testículo. Después de ser formados en el
testículo, los espermios pasan al epidídimo, cuya función es almacenarlos
temporalmente; en esta estructura alcanzan su movilidad.
Conductos deferentes: son dos
conductos largos, que se extienden desde el epidídimo hasta el conducto de
evacuación de las vesículas seminales. Su función es transportar a los
espermios hasta las vías superiores del sistema reproductor.
Vesículas seminales: son dos
glándulas que producen la fructosa, secreción que proporciona energía a los
espermios.
Próstata: glándula única, grande,
que rodea la porción superior de la uretra (ubicada en el pene, que permite la
salida de la orina y el semen). Esta glándula produce una secreción que ayuda a
disminuir la acidez de la uretra y vagina, impidiendo la muerte de los
espermios.
Pene: órgano eréctil, está fuera
de la cavidad abdominal, formado por un tejido llamado cuerpos cavernosos.
Durante la excitación sexual, éstos se llenan de sangre, provocando cambios en
la longitud, circunferencia y firmeza del pene. Este órgano tiene como función
penetrar en la vagina de la mujer para depositar el semen.
Una nueva vida
Si observas a un recién nacido,
¿podrías a simple vista darte cuenta si es niño o niña? La verdad es que no,
los bebés son casi iguales.
Esto se mantiene más o menos así
hasta una cierta edad, en la cual se comienzan a producir una serie de cambios
en los cuerpos de los niños, lo que trae como consecuencia la diferenciación
entre niños y niñas.
Cambios
•En las niñas: se ensanchan las
caderas, se marca más la cintura, se desarrollan los senos o mamas, aparece el
vello en el pubis y en las axilas.
•En los niños: se desarrollan sus
órganos genitales, se desarrollan sus músculos, aparece vello en el pubis y
axila, también barba y bigote. Les comienza a cambiar su voz, se pone más
ronca.
Estos cambios empiezan a
producirse, aproximadamente, entre los 10 y los 13 años en las niñas, y entre
los 13 y 15 años en los niños. Se van haciendo cada vez más notorios en la
medida en que ellos van creciendo.
Fecundación y embarazo
A medida que el hombre y la mujer
van creciendo, y por lo tanto van madurando, llegan a ser jóvenes más adultos,
se enamoran y deciden formar una familia.
El papá y la mamá demuestran su
amor con besos, abrazos y finalmente llegan a un momento muy íntimo y especial
que es tener relaciones sexuales. Al producirse esta relación, el hombre
introduce el pene en la vagina de la mujer y de esta manera deposita allí
millones de espermios, los que se mueven a través el útero hasta llegar al
oviducto.
Al llegar los espermios al
oviducto, existe la posibilidad de que se encuentren con un óvulo. Si esto
sucede, un espermio puede llegar a penetrar el óvulo, produciéndose así la
fecundación.
Como resultado de esta, se forma
una célula llamada cigoto y desde este momento se tiene una nueva vida.
Entonces, se habla de embarazo.
Una vez que se ha formado el
cigoto, que corresponde a una célula muy pequeña (microscópica), los oviductos
se mueven y hacen que el cigoto vaya
desplazándose hacia el útero. Al mismo tiempo, el cigoto se va dividiendo para
comenzar a formar el embrión. Luego de unos 5 a 6 días de formación, este llega
al útero y ahí se queda, protegido y alimentado por las paredes del útero.
Además de los cambios que se van
produciendo en el embrión, en la mujer se van formando otras estructuras que
tienen como función favorecer el desarrollo y crecimiento del embrión, que
alrededor del tercer mes pasa a llamarse feto.
Estas estructuras se mantienen
durante todo el embarazo, que se prolonga más o menos 40 semanas, o 9 meses, o
260 días.
Cuidados de la futura madre
Toda mujer que va a ser madre,
debe tener ciertos cuidados para que el niño o niña que crece en su interior
(útero), pueda formarse en buenas condiciones y nacer sano y fuerte. Entre
estos podemos mencionar llevar una dieta bien equilibrada (tomar bastante agua,
y comer muchas frutas y verduras, además de carne y leche), hacer ejercicios y
vestirse en forma adecuada.
Terminado el período de
gestación, el bebé está listo para nacer. Al momento en que la guagua abandona
el útero de la madre, se le llama parto. ¿No crees que este momento debe ser
muy emocionante para toda mujer? Finalmente, la madre conoce a su bebé.