-Ordenes Religiosas:
Eran organizaciones de la Iglesia
Católica que, bajo la advocación de un santo, tuvieron como tarea el
adoctrinamiento de los indígenas dispersos por todo el virreinato. Todos ellas
fundaron conventos y monasterios, y edificaron hermosas iglesias en Lima y
otras ciudades del Perú.
Las órdenes religiosas que se
establecieron en el Perú fueron la Orden de Predicadores (dominicos), la Orden
de Frailes Menores (franciscanos), la Orden de la Merced (mercedarios), la
Orden de San Agustín (agustinos) y la Compañía de Jesús (jesuitas).
-Santos que hasta hoy se veneran:
Los primeros santos venerados
fueron los discípulos de Jesús y los mártires (los que murieron por Cristo). Más
tarde también se incluyó a los confesores (se les llama así porque con su vida
"confesaron" su fe), las vírgenes y otros cristianos que demostraron
amor y fidelidad a Cristo y a su Iglesia y vivieron con virtud heroica. La
Iglesia reconoce santos del A.T.: patriarcas, profetas y otros.Con el tiempo
creció el número de los reconocidos como santos y se dieron abusos y
exageraciones, por lo que la Iglesia instituyó un proceso para estudiar
cuidadosamente la santidad. Este proceso, que culmina con la "canonización",
es guiado por el Espíritu Santo según la promesa de Jesucristo a la Iglesia de
guiarla siempre (Cf. Jn 14:26, Mt 16:18). Podemos estar seguros que quien es
canonizado es verdaderamente santo.
-La santa inquisición en el Perú. Rol de la iglesia:
En el Virreinato Peruano el
Tribunal de la Santa Inquisición se estableció durante el gobierno del virrey
Toledo, por real cédula de 25 de enero de 1569. Empezó a funcionar el año
siguiente, en 1570. Estuvo bajo la dirección inicialmente de los dominicos y
luego de los mercedarios, pero después jesuitas acapararon sus más altas
esferas.
La misión de la Inquisición no
era otra que combatir a los herejes. En este sentido, sus atribuciones eran las
mismas que el tribunal inquisitorial de España. Se buscaba, con esto, preservar
la Fe Católica. En un comienzo, su acción no tenía alcance sobre los indígenas;
puesto que solo se condenaba herejía, pero pronto las atribuciones de esta
institución se ampliaron al seguimiento de causas por blasfemia, poligamia,
hechicería, idolatría, etc., comprendiendo dentro de sus alcances al pueblo
nativo. La jurisdicción de la Inquisición Limeña se extendía hasta las
audiencias de Charcas, Chile y Quito.
La aplicación de tormentosos
castigos corporales eran ejercidos por hermanos de la orden de Santo Domingo,
mientras que los de San Juan de Dios se encargaban de cuidar a los enfermos.
Este rígido y severo tribunal envió a la hoguera a 40 personas por herejes,
mientras que, en conjunto, con el proceso seguidos por otras causas el número
de sentenciados llegó a 371, hasta que dejó de funcionar en 1761. Todo esto
desenvolvió un sentimiento adverso al tribunal, tal es así que a su supresión,
en 1761, se produjeron manifestaciones de contento popular en el ambiente del
Perú virreinal, especialmente en Lima.
(Tomado de http://anthony-elvirreynato-anthony.blogspot.com/)
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