LA RAZÓN DE SER DEL FEUDALISMO
El feudalismo fue un sistema
social y político que surgió a principios de la Edad Media y se desarrolló e
instaló en Europa durante varios siglos (siglos altomedievales), aunque en
constante evolución.
Como ocurre con todas las formas
sociales nuevas, el feudalismo se desarrolló adoptando muchos aspectos del
orden antiguo, ajustándolos a las necesidades presentes.
Esta nueva sociedad surgió en
respuesta a presiones exteriores e interiores que actuaban sobre el sistema
anterior. Los procesos de esta índole rara vez son el resultado de decisiones
formales, sino la solución que los hombres dan a unas circunstancias
ambientales cambiantes, lo que es particularmente cierto en el caso del
feudalismo, al que dio paso el decadente sistema romano en su última fase.
En efecto, para entender la
implantación del feudalismo hay que recordar la evolución de los últimos siglos
del Imperio Romano. El fuerte y centralizado poder estatal del alto imperio y
la sociedad urbana romana dejó paso a un progresivo debilitamiento de la
autoridad y una ruralización en aumento de la población
En este contexto, la necesidad
más acuciante de la sociedad romana tardía y de la de los primeros tiempos
medievales era la protección: protección contra los invasores bárbaros, los
bandidos y los campesinos en rebelión.
El aparato estatal, antes
poderoso, era ahora demasiado débil para cumplir con sus obligaciones; en su
decadencia, se veía incapaz de hacer justicia y proporcionar paz y protección a
los ciudadanos.
En tales circunstancias, el
pueblo se vio obligado a establecer por sí mismo la forma de organizarse y
generar un sistema donde la seguridad fuese el elemento prioritario.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS DEL
FEUDALISMO
La mala prensa que en los tiempos
contemporáneos ha tenido el feudalismo (paradigma de la tiranía de los
poderosos sobre los humildes) se debe a que la producción agrícola fue en
muchos casos insuficientes para ser útil al sistema, lo que provocó hambruna.
La rudimentaria agricultura de la
época y el ineficiente sistema de cultivo no permitían la acumulación de
reservas, Si las cosechas fallaban, lo que ocurría a menudo, el hambre hacía en
seguida su aparición.
Y es que si bien los campesinos
tenían tierras como parte del contrato feudal, su primera responsabilidad era
ocuparse del ganado y de las cosechas de su señor. Si la tormenta o el fuego
las amenazaban, la primera que había que poner a salvo era la del señor.
Por ello el agricultor tenía que
esforzarse denodadamente en producir lo suficiente para mantener a su familia y
además asegurar el alimento de la nobleza y al clero, que no eran productores.
Esto no siempre se conseguía, generando la citada pobreza y hambre entre la
población base de la sociedad.
Pero no hay que ver en el
feudalismo medieval en Europa sólo bajo este prisma completamente negativo.
Para empezar, la sensación de
pérdida de libertad era relativa pues las comunidades de la Alta Edad Media en
Europa eran bastante cerradas y viajar suponía pasar de una comunidad cerrada a
otra igual por unos malos caminos y en constante peligro de ataque.
Además, si el feudalismo impuso
al siervo la obligación del servicio prioritario a su señor, impuso también a
éste la obligación de ayudar al siervo en momentos de necesidad y de guerra, lo
que era bastante frecuente.
Afortunadamente, la autoridad de
la Iglesia sobre los poderes temporales y el fenómeno de las peregrinaciones
permitió cierta libertad de tránsito de unas comunidades a otros con fines
religiosos (por ejemplo para realizar viajes de penitencia a un monasterio o
catedral donde se guardaban reliquias) y éste fue el punto de arranque de una
nueva sociedad en la que el movimiento de gentes, comercio, ideas nuevas, etc.
se hacía mayor.
Éste es el inicio de una sociedad
que se fue renovando y modernizando (no hay que olvidar el llamado
"renacimiento románico" del siglo XI) hasta alcanzar la plenitud en
el siglo XII y XIII.
(Tomado
de: http://www.arteguias.com/feudalismoeuropa.htm)
No hay comentarios:
Publicar un comentario